El proceso de la transformación digital de la Justicia no podría entenderse sin uno de sus principios más importantes como es el de la cooperación, entendida como la colaboración entre distintos actores para la consecución de un bien común. Desde el punto de vista tecnológico la cooperación se traduce en la creación de un ecosistema de interoperabilidad con una visión de 360 grados, también a nivel nacional con el resto de las Administraciones Públicas, profesionales de la justicia, empresas y ciudadanos.
Además, hemos ido más allá mediante proyectos que van a permitir lograr la interoperabilidad a nivel supranacional con los órganos judiciales y fiscalías del resto de países de la Unión Europea.
Desde el Ministerio de Justicia estamos impulsando iniciativas que forman parte del proyecto estratégico Justicia 2030 y que persiguen que toda interacción con la Administración de Justicia se lleve a cabo de forma preferente por medios electrónicos.