No deberíamos confiarnos por haber validado una PoC “funcional” sino que tendríamos que partir de una hoja de ruta valiente y flexible, contando con que, además de la tecnología o la infraestructura, necesitaremos capacidades de alto nivel para la gestión híbrida de nuestros escenarios empresariales.
Un mundo conectado
En el escenario actual de servicios operados en nuestras sedes, en los data centers de proximidad o lejanos, en nuestra nube privada o en las nube-multinube públicas; precisamos de una infraestructura de conectividad premium. Esta debe estar definida por software y no debe tener fronteras. Además, tiene que cumplir la función de apoyar a las aplicaciones y sus cargas de trabajo, tanto en sistemas antiguos como modernos. También es necesario que cuente con una potente orquestación de redes de nube híbrida. Hay que añadir la conveniencia de un análisis profundo de nuestro enfoque de seguridad para salvaguardar nuestras infraestructuras ante riesgos y amenazas reales.
Sin importar dónde estás alojado
Si disponemos de una orquestación eficaz y dinámica de la gestión del entorno híbrido entre sitios restaremos complejidad a nuestra estrategia en cuanto al funcionamiento de las aplicaciones y entornos legacy en la nube. Además, será importante disponer o adquirir habilidades, herramientas y técnicas con personas expertas en redes, centros de datos y seguridad, en lugar de estar en manos de los grandes especialistas o clouders, con sus servicios centrados en su tecnología y no en nuestras líneas de negocio o localizaciones.
Continúa aprendiendo y experimentando
Nuestra experiencia nos indica que atravesaremos ciertas dificultades para gestionar nuestra estrategia multi-nube a lo largo de todo su ciclo de vida. Por lo tanto, es necesario seguir apoyado en las mejores herramientas, técnicas y personas que nos permitan obtener unos servicios con un alto índice de desempeño: confiables, seguros y con el máximo rendimiento para el negocio. Las organizaciones necesitan unos escenarios tecnológicos que faciliten la rapidez, la flexibilidad y la inmediatez de soluciones. Al no haber estandarización entre proveedores de estos servicios, un buen enfoque es avanzar aprendiendo y experimentando, para acertar o fallar rápidamente incurriendo en costes mínimos.
Seguridad y cumplimiento normativo
Muchas de las ventajas de ejecución de escenarios híbridos -multi-nube (escalabilidad, eficiencia en costes, velocidad, flexibilidad, disponibilidad, etc.) nos pueden ocasionar una amplificación de fallos con la consecuente exposición del negocio a riesgos relacionados con la regulación normativa o a ataques cibernéticos, privacidad o propiedad de los datos. No debemos creer que operar negocios en la nube es diferente a hacerlo en nuestro centro de datos o en data centers. El desafío de la seguridad y de cumplimiento normativo no atañe solo a los entornos en nube y su conexión a ella, también significa que hemos de disponer de habilidades, herramientas y técnicas de seguridad y de capacitación “extendidas” a través de las diferentes redes y centros de datos que albergan nuestras aplicaciones de negocio.