El concepto de inteligencia empresarial (Business Intelligence o BI) existe desde hace décadas. Los primeros sistemas de BI surgieron a finales de los 60 y principios de los 70, cuando las organizaciones comenzaron a utilizar sistemas informáticos para almacenar y analizar datos con fines comerciales. En ese momento, la atención se centró en la automatización de procesos comerciales rutinarios y la mejora de la eficiencia operativa.
Con el tiempo, el alcance de la BI se ha ampliado para abarcar una mayor gama de actividades, incluida la extracción de datos, su visualización y el análisis avanzado. A medida que las organizaciones contaron con una mayor disponibilidad de los datos, se dieron cuenta de la importancia de usarlos como base de las estrategias comerciales y la toma de decisiones. Esto condujo al desarrollo de herramientas y tecnologías de BI más sofisticadas, como almacenes de datos, software de minería de datos y plataformas de análisis.
En los últimos años, el auge de los macrodatos y la informática en la nube han impulsado el crecimiento de la inteligencia empresarial. Aprovechar los datos para respaldar la toma de decisiones informada e inteligente es más fácil y asequible para organizaciones de todos los tamaños. Hoy en día, la BI es esencial para las empresas que buscan obtener una ventaja competitiva y alcanzar sus objetivos estratégicos.
Para que las aplicaciones enfocadas en BI aporten resultados correctos es necesario tener acceso a un gran volumen de datos y disponer de herramientas capaces de clasificar, estructurar y almacenar adecuadamente estos datos para alimentar los modelos de análisis. La red es la base de la inteligencia comercial, ya que proporciona la conectividad y la transferencia de datos necesarias para que los sistemas de BI funcionen de manera efectiva. Una infraestructura de red robusta garantiza la transferencia fiable y segura de datos desde varias fuentes al almacén de datos, donde se pueden procesar y transformar en información significativa. Y, para que los sistemas de inteligencia comercial tengan éxito, la infraestructura de la red debe ser capaz de soportar las grandes cantidades de datos que se transfieren y procesan. Requiere una red segura, confiable y de alta velocidad. Las redes también aportan la conectividad necesaria para acceder y compartir datos, análisis e informes de inteligencia empresarial con las partes interesadas de toda la organización.
Una infraestructura de red adecuada es clave para que los sistemas de BI puedan acceder a los datos que necesitan, sin demoras y errores en la toma de decisiones.