Los centros de datos siguen creciendo y adaptándose a las adversidades que ha supuesto la pandemia a nivel global. El despliegue del 5G, la aceleración y migración hacia entornos cloud, el aumento de la automatización, la seguridad o la IA han puesto de manifiesto la necesidad de que el mercado de almacenamiento siga adecuándose a un marco tecnológico cada vez más generalizado para las empresas. En este contexto, y a las puertas de 2021, DATA4 destaca algunas tendencias que ya son visibles en el último trimestre del año, como la creación de centros de datos más cercanos, debido al auge del Edge Computing, la soberanía de datos o una mayor preocupación por la eficiencia energética.
Centros de datos más cercanos
El auge del Edge Computing, en gran parte propiciado por la eclosión de IoT y de cada vez más dispositivos que generan miles de datos por segundos, ha destacado una nueva tendencia en el sector de los centros de datos. El Edge Computing permite que los datos que se producen en los dispositivos, sistemas o redes, se recojan y procesen más cerca del punto donde se van a usar. Esta tendencia implica una nueva necesidad, contar con centros de datos más cercanos. Gracias a ellos, las organizaciones ganan en autonomía y rapidez, y reducen otros aspectos como la latencia y el coste de las comunicaciones.
Distribución del espacio más uniforme
Las ciudades identificadas como FLAP (Frankfurt, Londres, Amsterdam y Paris fueron las ubicaciones más recurrentes para construir centros de datos hace unos años. En la actualidad las localizaciones se han diversificado por todo el mundo, fuera de los mercados tradicionales, con lo que se espera que en 2021 siga ampliándose en países cuya inversión en centros de datos no ha sido muy alta hasta la fecha, como es el caso de los países del sur de Europa como España. Con esta creciente demanda de espacio para centros de datos cabe esperar que la gestión del espacio para esta industria también se distribuya en localizaciones de manera más uniforme que hasta ahora.
Colocación para abaratar costes
Los altos costes que conlleva mantener las instalaciones de los centros de datos empuja a las empresas a apostar por la colocación. Con el crecimiento de la nube a gran velocidad, los proveedores de alojamiento son capaces de satisfacer la demanda y ofrecer una reducción de costes a las organizaciones garantizando el rendimiento y la escalabilidad. Este tipo de instalaciones se adecúan también al escenario de incertidumbre que ha dejado el 2020, ofreciendo eficiencia y seguridad en un servicio a medida para las empresas.
Creciente soberanía de datos y competencia por la energía
Dependiendo de la ubicación de los centros de datos, la soberanía de los mismos también es un factor clave que influye en la competitividad de las empresas. Cada vez es más importante apostar por centros de datos europeos para preservar esta seguridad. El marco regulatorio de cada estado influye en los niveles de protección, privacidad y seguridad de la información alojada en esos data centers y puede llegar a ser un desafío para las organizaciones. Con el crecimiento de la computación en la nube, la soberanía de datos es una cuestión en la que las empresas deben poner el foco y remarcar la importancia de tener una estrategia sólida para proteger y retener en el país los datos.
Eficiencia a través de la sostenibilidad
Por otro lado, la energía está estrechamente relacionada con el espacio disponible de un centro de datos. Las construcciones de grandes centros para dar servicio a la nube llevan consigo un aumento de los niveles de potencia. La densidad media de los racks también tiende al alza, una cuestión que puede chocar con el volumen de energía disponible para una instalación.
Un mayor volumen de la actividad de este sector ha implicado poner el foco en el impacto ambiental a través de su consumo energético. Si bien este año ha estado marcado por una mayor conciencia sostenible en una gran cantidad de sectores, los data centers también han formado parte de esta tendencia adecuándose a una actividad más verde, a través de sistemas y soluciones más respetuosas con su entorno. Las alternativas a la refrigeración con energía eléctrica o la aplicación de tecnologías como la IA para gestionar el enfriamiento de las instalaciones de forma más eficiente son prácticas cada vez más adoptadas por los data centers.
También los centros de mayor tamaño comienzan a emprender técnicas más sostenibles para la gestión de su energía, como es el caso del Smart DC de DATA4 que permite a los clientes medir la huella medioambiental de sus recursos y adoptar medidas más eficientes. Además, la inclinación hacia las energías renovables para abastecer las instalaciones o el aprovechamiento del calor generado para calefactar otros espacios son prácticas que demuestran la evolución de los centros de datos hacia modelos más sostenibles en un mundo cada vez más digital.
Mayor automatización
Por último, una tendencia cada vez más patente en los centros de datos es la aceleración de la automatización en los distintos procesos que se producen dentro del Data Center. Aunque algunas operaciones todavía pueden ejecutarse únicamente de manera manual, el número de esas tareas tiende a reducirse al mínimo. Según un estudio de Mordor Intelligence, el mercado de la automatización de los centros de datos podría aumentar de 7.340 millones de dólares en 2019 a 19.650 millones de dólares en 2025.
Las plataformas de automatización se encargan de la mayoría de las operaciones de los servidores, como el inventario de componentes, el registro, la sustitución instantánea del hardware en caso de mal funcionamiento, la configuración de la red y el almacenamiento, etc, y las soluciones como el Smart DC de DATA4 facilitan estas tareas, así como la monitorización de las mismas. Las ventajas de este enfoque son obvias y los centros de datos que inviertan en automatización podrán reducir los costos y operar eficazmente a largo plazo.