Los entornos sanitarios han experimentado muchos cambios innovadores en los últimos años. Muchas entidades, tanto públicas como privadas, han invertido en soluciones que les permiten optimizar sus procesos y ofrecer el mejor servicio posible a sus pacientes y resto de personas que interactúan con ellas, como los familiares de los pacientes.
Las inversiones en complejos dispositivos de diagnóstico, quirúrgicos, etc ya son una realidad desde hace tiempo pero, desde hace menos tiempo, también empiezan a ser una realidad los dispositivos “conectados” que permiten tomar datos de pacientes (tensiómetros, glucómetros, etc…) y los transmiten de forma automática. Del mismo modo, también se ha empezado a trabajar en pilotos que permitan hacer uso de sistemas inteligentes para la ayuda en diferentes áreas sanitarias (diagnóstico, gestión de datos de pacientes y uso en función del objetivo, etc…).
Finalmente, si consideramos el día a día de un hospital, tenemos que tener en cuenta la “urgencia” con la que se deben tratar situaciones que unas veces son concretas pero que ocurren con una frecuencia no desestimable y otras veces son parte de los procesos habituales. De hecho, una gestión adecuada de dichas situaciones en tiempo real es fundamental para que los procesos “fluyan” y que los profesionales inviertan más tiempo atendiendo a los pacientes y a su bienestar y menos a otro tipo de tareas administrativas. Para este caso, unas comunicaciones en tiempo real “proactivas” que tengan en cuenta todas estas realidades se antojan esenciales y, en muchas ocasiones, salvan vidas.
El entorno y su contexto
En este caso nos vamos a focalizar en el centro hospitalario, aunque veremos que los límites de dicho “centro” son cada vez más difusos, permitiendo que se extiendan sus servicios más allá de dicho hospital.
¿Qué actores son esenciales en este entorno? Los pacientes, como receptores de los servicios sanitarios, los profesionales, como proveedores de dichos servicios y los responsables de que la operación de todo ello funcione de forma óptima. Ahora bien, tanto la provisión de los servicios sanitaros como la gestión operativa se apoyan, cada vez más, en dispositivos conectados (IoT) y en aplicaciones automatizadas (IA), por tanto, hay que incluir estos elementos en la ecuación.
Coordinar todos estos elementos para proporcionar los diferentes servicios en tiempo y forma exigen de unas comunicaciones inteligentes, que se adapten al perfil de cada actor (médicos, enfermeros, personal administrativo, personal de gestión de incidencias, dispositivos conectados, aplicaciones inteligentes, etc) y que se conviertan en el “sistema nervioso” del entorno sanitario.
El reto
Proporcionar unas comunicaciones que conecten de forma inteligente todos los elementos clave en un entorno hospitalario y hacerlo a partir de los casos de uso reales.
La mejor forma de entender este reto genérico es a través de casos concretos:
- Poner en comunicación, incluso de forma automática ante determinadas situaciones detectadas por dispositivos conectados, al personal encargado de atender una eventualidad concreta (médicos y enfermeros ante alertas emitidas por dispositivos médicos, personal de emergencia interno y externo ante alarmas de cualquier tipo: incendio, agresiones, personas en zonas prohibidas, etc).
- Posibilitar que el usuario final se comunique a través del dispositivo o aplicación que use habitualmente: móviles, dispositivos reforzados, aplicaciones de historial médico, aplicaciones administrativas, portales de pacientes, etc. Las capacidades necesarias para la comunicación son independientes de la aplicación o dispositivo utilizado.
- Incorporar en el contexto de la comunicación los datos proporcionados por dispositivos conectados (cámaras de vigilancia, detectores de presencia, dispositivos médicos, etc…) y por sistemas de Inteligencia Artificial, que garantizan la automatización del proceso.
- Incorporar en el proceso comunicativo personal externo cuando sea preciso (policía, bomberos, ambulancias, etc…)
- Permitir que se mantenga el contexto de la comunicación de forma persistente, para que las personas que se incorporan al proceso comunicativo a posteriori puedan hacerlo sin partir de cero.
- Finalmente, garantizar una infraestructura de comunicaciones fiable, segura y que “conozca” las aplicaciones, personas y dispositivos que hacen uso de sus capacidades y se adapten al perfil de esos “actores”.
La solución
Por un lado, una infraestructura inteligente de Alcatel-Lucent Enterprise, donde “todo se conecte”: personas con diferentes dispositivos y aplicaciones, objetos (IoT) y aplicaciones. Dicha infraestructura “conoce” todos los elementos que se conectan a través de ella y garantiza la prioridad y la seguridad en función de perfiles. Así mismo, es capaz de colaborar en la detección de presencias concretas en lugares concretos, para automatizar y acelerar el proceso hospitalario de una forma proactiva.
Por otro lado, la solución Alcatel-Lucent Rainbow Workflow, que permite, a través de una plataforma en nube, la integración de todos los medios necesarios de comunicación y colaboración en las aplicaciones y dispositivos que se desee.
De igual modo, también permite involucrar en este proceso comunicativo las informaciones recibidas en tiempo real por dispositivos inteligentes (cámaras, detectores de presencia, dispositivos médicos, etc…) y hasta gestionar dichos dispositivos. Dichas comunicaciones podrán activarse de forma automatizada por decisiones que pueden tomar aplicaciones de Inteligencia Artificial e integrarse de forma inmediata y sencilla en los medios y aplicaciones utilizadas por los diferentes colectivos involucrados (historial del paciente en el caso de médicos, aplicaciones de gestión de incidencias en el caso del personal de soporte, dispositivos de personal móvil, etc).
Las informaciones (imágenes de vídeo, instantáneas, datos de sensores, mediciones de dispositivos médicos, etc…) se adjuntarán y permanecerán de forma persistente en el proceso comunicativo y colaborativo y se podrán incorporar nuevos colectivos (internos y externos) de forma manual o automatizada, ante determinadas situaciones que puedan detectarse durante el proceso.
Principales resultados y beneficios para el cliente
- Automatización de las comunicaciones y de la gestión de eventualidades en un entorno hospitalario
- Integración en todos los procesos y aplicaciones existentes de forma casi inmediata gracias a una solución en nube que se sirve del entorno existente en el hospital
- Perfecto seguimiento e histórico persistente de todo el proceso (incluyendo los datos e informaciones compartidas)
- Infraestructura de red que “conoce” todo lo que a través de ella se conecta y que es capaz de mantener los estándares de seguridad y fiabilidad en función del dispositivo, aplicación o persona que hace uso de dicha red.
