Los endpoints suelen ser la puerta de entrada de los hackers en la empresa. Por ello, las soluciones EDR se han convertido en un componente clave para cualquier departamento de seguridad.
A la hora de proteger eficazmente una organización, contar con soluciones de prevención no es suficiente. Las soluciones EDR se encargan de monitorizar los endpoints en busca de comportamientos sospechosos, alertan en caso de que se produzca un compromiso y proporcionan datos útiles para analizar comportamientos que ayudarán a identificar al atacante y a proporcionar una respuesta.
Pero no todas las soluciones EDR son iguales, por lo que a la hora de elegir la más adecuada es necesario valorar los siguientes factores:
- Monitorización del endpoint y recopilación de datos: el EDR recopila datos de actividad, procesos, conexiones y acceso de los endpoints. Cuantos más endpoints controle el EDR, más robusta será su capacidad de detección y respuesta.
- Capacidad de respuesta: la forma en la que el EDR alerta y gestiona los posibles escenarios de incumplimiento o compromiso es importante. Los EDR más eficaces deben funcionar y proporcionar alertas en tiempo real, así como mostrar la información de la monitorización continua de forma sencilla. Además, el EDR debe disponer de capacidad de acción de forma automática para poder neutralizar al atacante en el momento en el que lo detecte.
- Investigación forense y análisis de comportamiento: las soluciones EDR también deben proporcionar capacidades de investigación forense junto con el fin de facilitar la imagen completa de cómo el atacante ha podido comprometer el endpoint y acceder al entorno.
- Detección de amenazas y anomalías: los EDR más sencillos solo disponen de un listado de comportamientos o de acciones que pueden activarlo cuando se detectan, pero si se aplica a un gran número de endpoints, es posible que se produzca una alta cantidad de falsos positivos. Es conveniente buscar un EDR con gran variabilidad a la hora de detectar comportamientos sospechosos, ya que serán más precisos y evitarán los falsos positivos.
- Cobertura amplia: servidores y redes desconectados, proveedores cloud, equipos distribuidos en diferentes localizaciones, uso de dispositivos personales… las necesidades de las organizaciones evolucionan y por ello la solución EDR debe adaptarse a la realidad de cada entorno.
- Evitar la complejidad tanto en la implementación como en su funcionamiento. Es necesario que la solución EDR se integre bien con cada entorno y hay que evitar que la empresa tenga que destinar muchos recursos a un EDR que inunda con alertas al equipo de seguridad.
Por otra parte, hay que tener también en cuenta que, dependiendo de la organización, es posible que se necesiten tecnologías eXtended endpoint detection (XDR) o servicios gestionados de detección y respuesta (MDR).
XDR amplía el alcance a la hora de proporcionar análisis de seguridad a nivel de organización y correlaciones de eventos de seguridad dentro de la solución de EDR. Esto proporciona una funcionalidad de detección y respuesta más allá de los endpoints (como entornos híbridos) sin dejar de considerar la organización y la infraestructura de manera integral.
En cuanto a los servicios MDR, vienen a paliar la escasez de recursos de los departamentos de seguridad de las organizaciones, al proporcionar un equipo de expertos dedicado a las prioridades de cada organización en materia de ciberseguridad.
Una última consideración. A la hora de elegir una solución EDR, es necesario tener en cuenta la evolución de la compañía, por lo que siempre será conveniente elegir un proveedor que pueda dar respuesta a las necesidades futuras de la empresa y que pueda también proporcionar otra clase de servicios, como XDR o MDR.