Esta nueva tecnología, que permite la automatización de tareas repetitivas desarrolladas por las personas en entornos digitales, está encontrando una importante demanda por parte de numerosas empresas que buscan el ahorro de tiempo y dinero que supone su aplicabilidad.
Pero tal y como sucede en otros entornos tecnológicos que se están implantando en la actualidad, su punto débil es la gran dependencia que tienen de la calidad de la red eléctrica. Porque para su óptimo funcionamiento, la RPA depende de un suministro eléctrico continuo, estable y fiable. Sin esa garantía previa, cualquier tipo de automatización es imposible.
Pero en la práctica ese suministro eléctrico no siempre se comporta así y, en cambio, sí que origina perturbaciones como cortes, microcortes, subtensiones, sobretensiones, picos, etc. que tienen una gran incidencia en el normal desenvolvimiento de una empresa, con el coste que supone el tiempo de inactividad por esos problemas de suministro (lucro cesante). También el tiempo y coste que supone volver a poner en funcionamiento sus procesos (recalibrado de equipos, test del sistema, etc.) o reparar las posibles averías provocadas por dichas perturbaciones.
La solución más inteligente
Una inversión tan importante como la que se requiere para implementar una RPA no puede estar sujeta a ese conjunto de perturbaciones y necesita de las funcionalidades de protección y seguridad que puede aportar un Sistema de Alimentación Ininterrumpida (SAI/UPS).
Estos equipos no solo proporcionan la energía suficiente para evitar fallos en los sistemas provocados por cortes de suministro eléctrico, sino que además mejoran la calidad de la tensión de red, evitando así que los equipos eléctricos, electrónicos e informáticos a ellos conectados acorten su vida de funcionamiento.
La evolución tecnológica que han experimentado los SAIs en los últimos años ha contribuido a su digitalización y conectividad. Están dejando de ser un elemento independiente y son ya nodos de red inteligente que ayudan en la gestión y optimización del sistema de energía, controlando su estado y su carga a través de la monitorización de los equipos.
En definitiva, unos SAIs inteligentes para contribuir a optimizar la automatización robótica de procesos.